de Clara Janés ( Diez líneas para mí mísma )
			
								
				
				Son consejos sutiles para la escritura. Útiles también, en extremo, para 
 
todos aquellos que, de hecho, van descarriados y creen que se trata de
 
hacer gestos ampulosos con las palabras. A mí me alientan día a día en mi
 
extraño quehacer de funámbulo. Son versos de un poeta cuyo nombre callo,
 
dejando para el lector la aventura de averiguarlo: "Entonces me dije:/ Los
 
únicos poetas que me interesan/ son los que llevan cuidadosamente/ con
 
manos nerviosas/ un cuenco lleno de sangre/ en el que ha caído una gota
 
de leche/ o un cuenco lleno de leche/ en el que ha caído una gota de
 
sangre / Ahora ya he visto, ahora quiero ver/ el firme asimiento de un
 
cuenco lleno hasta los bordes/ de agua de manantial."
 
http://www.elnidodelescorpion.com
			
			todos aquellos que, de hecho, van descarriados y creen que se trata de
hacer gestos ampulosos con las palabras. A mí me alientan día a día en mi
extraño quehacer de funámbulo. Son versos de un poeta cuyo nombre callo,
dejando para el lector la aventura de averiguarlo: "Entonces me dije:/ Los
únicos poetas que me interesan/ son los que llevan cuidadosamente/ con
manos nerviosas/ un cuenco lleno de sangre/ en el que ha caído una gota
de leche/ o un cuenco lleno de leche/ en el que ha caído una gota de
sangre / Ahora ya he visto, ahora quiero ver/ el firme asimiento de un
cuenco lleno hasta los bordes/ de agua de manantial."
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