de Edmon JÀBES (Del desierto al libro)
Hacer preguntas es en sí violencia porque provoca la violencia de la respuesta y, de vuelta, la violenta.
En alguna parte he escrito: La verdad solo puede ser violenta, pues se alza cada vez en contra de una verdad igualmente creíble y susceptible de destronarla.
La verdad no se opone a la mentira, sino a otra verdad. El drama es que el ardor de hacer preguntas siempre ha sido quebrado por una respuesta que quería ser sin apelación.
Editorial MINIMA TROTTA
En alguna parte he escrito: La verdad solo puede ser violenta, pues se alza cada vez en contra de una verdad igualmente creíble y susceptible de destronarla.
La verdad no se opone a la mentira, sino a otra verdad. El drama es que el ardor de hacer preguntas siempre ha sido quebrado por una respuesta que quería ser sin apelación.
Editorial MINIMA TROTTA
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