Nuchi BELCHÍ ( de comidas) un correo personal
Ayer, en nuestra cañita habitual, pedimos Mª José y yo comida para llevar. Juan lo mezcló todo, hizo un lío de bolsas y dijo: mirad bien qué es cada cosa porque me temo que va todo mezclado. Mª José había pedido cuatro de arroz y conejo; yo, cuatro pelotas. Miré en una bolsa, destapé, "esto es arroz y conejo", dije, "Esto, pelotas". En un instante pasaron por mi mente las siguientes reflexiones:
1 - Ha troceado las pelotas, qué raro.
2 - No ha puesto caldo a las pelotas, qué raro, pero bueno, tengo caldo de sobra en casa.
3 - ¿Por qué habrán puesto azafrán a las pelotas? Bueno, no voy a protestar por ésto, total el azafrán ni quita ni pone.
Al cabo de un ratito de llegar a casa me llama Mª José: Nena, ¿qué tienes para comer? Pues pelotas, le digo, tú lo has visto. Mira a ver, mira que no me fío. Miro y veo arroz y conejo, seco y amarillo cual pelotas troceadas sin caldo.
Hoy, en la cañita, hacíamos un análisis. ¿Me ves muy tonta, nena? Te veo a ti, ni más ni menos.
Bah, qué mas da comer pelotas que comer arroz y conejo.
Nuchi
1 - Ha troceado las pelotas, qué raro.
2 - No ha puesto caldo a las pelotas, qué raro, pero bueno, tengo caldo de sobra en casa.
3 - ¿Por qué habrán puesto azafrán a las pelotas? Bueno, no voy a protestar por ésto, total el azafrán ni quita ni pone.
Al cabo de un ratito de llegar a casa me llama Mª José: Nena, ¿qué tienes para comer? Pues pelotas, le digo, tú lo has visto. Mira a ver, mira que no me fío. Miro y veo arroz y conejo, seco y amarillo cual pelotas troceadas sin caldo.
Hoy, en la cañita, hacíamos un análisis. ¿Me ves muy tonta, nena? Te veo a ti, ni más ni menos.
Bah, qué mas da comer pelotas que comer arroz y conejo.
Nuchi
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